Hace poco más de cien años, el mundo se enfrentó a una pandemia similar a la del COVID-19 (coronavirus) que enfrentamos hoy. Según los Centros para el Control de Enfermedades de EEUU (CDC), entre 1918 y 1919 alrededor de 500 millones de personas se infectaron con el virus H1N1. El mismo se cobró la vida de aproximadamente 50 millones de personas en todo el mundo. Hasta la fecha, el coronavirus ha infectado a más de 8 millones y ha matado a 437.000 personas.

Las pandemias a lo largo de la historia hacen que el mundo esté desesperado por una cura, y los farsantes han estado vendiendo “curas” durante milenios. Durante la pandemia de 1918, las sustancias promocionadas como tales abarcaron toda la gama: Vick’s VapoRub, Indian Herbs y Miller’s Antiseptic Oil, entre otras. Hoy no es diferente, y tendencia de nunca desperdiciar una buena crisis continúa. Recientemente, un médico con sede en el sur de California fue acusado de fraude por vender “paquetes de tratamiento” contra el COVID-19 a un alto precio. Otro que busca sacar provecho de los temores del COVID es el presentador de radio de derecha Alex Jones, que vende gárgaras y pasta de dientes para curar el COVID desde su sitio web InfoWars.com.

Una compañía de purificadores de aire ha afirmado que sus filtros pueden eliminar al coronavirus del aire. Incluso hay quienes proponen exponer las superficies contaminadas a la luz ultravioleta, hacer gárgaras con agua salada tibia y tomar grandes dosis de vitaminas C y D. ¿Y qué hay de todas las afirmaciones sobre el cannabis?

Los efectos beneficiosos del CBD tomaron protagonismo después de que el Dr. Sanjay Gupta, corresponsal médico jefe de CNN, presentara a una joven Charlotte Figi en el documental del 2013 Weed. Figi tenía una forma intratable de epilepsia llamada Síndrome de Dravet y prácticamente eliminó sus ataques usando una cepa de cannabis con alto contenido de CBD. La misma era producida por cultivadores de Colorado Springs, que eventualmente llamaron a la cepa Charlotte’s Web, en honor a la niña.

La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobaría al Epilodilex en el 2018. Este es un producto de CBD destinado a reducir las convulsiones del síndrome de Lennox-Gastaut y el síndrome de Dravet.

Incluso en la industria del cannabis hay algunas personas que quieren subirse al tren de la cura para el COVID. Esto incluye al jugador retirado de la NFL y evangelista del CBD Kyle Turley. A fines de marzo, la compañía de CBD de Turley, NeuroXPF, recibió una carta de advertencia de la FDA por publicar información errónea en su sitio web y a través de sus redes sociales. Por ejemplo: “El CBD puede ayudar a mantener tu sistema inmunológico en la cima… Queremos que todos tomen CBD y tomen ventaja de su potencial para ayudar a preparar su cuerpo para combatir una infección por coronavirus”.

La alegación de la compañía CBD de Turley no dice explícitamente que el CBD puede curar el coronavirus. Sin embargo, su elección de palabras sugiere fuertemente que tomar CBD puede protegerte de la infección. Para empeorar las cosas, Turley sí dijo explícitamente que el CBD podría curar y prevenir el coronavirus en su cuenta personal de Twitter. ¿Pero es eso cierto? ¿Podría un sistema inmunitario mejorado con CBD evitar que contraigas coronavirus?

Martin A. Lee es cofundador y director del Project CBD, una organización sin fines de lucro cuya misión es promover y divulgar investigaciones que cubran los usos medicinales del CBD y otros compuestos de cannabis. “El potencial es la palabra clave aquí porque la investigación en esta área es preclínica“, dijo Lee. “[El Covid-19] es una enfermedad que puede expresarse de diferentes maneras, y la mayoría de las personas tienen experiencias relativamente leves. Pero cuando amenaza con ser mortal, parece que lo que mata es la manera en la que el cuerpo reacciona al virus. Y está reaccionando a la tormenta de citoquinas. El sistema inmune se vuelve completamente loco”.

La tormenta de citoquinas es un término cada vez más conocido desde que las personas buscan en Google cómo funciona el COVID-19 en el cuerpo. Según WebMD, las citocinas son proteínas que responden a una infección desencadenando inflamación. Sin embargo, el sistema inmune puede reaccionar de forma exagerada a la infección y liberar demasiadas citocinas. De ahí viene el término “tormenta de citoquinas”, que resulta en hiperinflamación, lo cual puede ser mortal.

Un estudio dirigido por investigadores del estado de Mississippi encontró, utilizando células humanas y de ratón en un entorno in vitro, que el CBD “indujo la supresión de la producción de citocinas”. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ningún estudio aborda directamente el CBD, las citocinas y COVID-19. Lee, reconoce que la brecha entre lo anecdótico y la investigación informal sobre la efectividad del CBD (algunos se auto prescriben CBD para tratar las enfermedades inflamatorias autoinmunes como la esclerosis múltiple) es conflictiva.

Mary Biles escribió en Project CBD: “Una nueva ola de investigación y una creciente evidencia anecdótica apuntan a que los cannabinoides tienen un efecto adaptativo e inmunomodulador, en lugar de simplemente suprimir la actividad inmune”. En otras palabras, es posible que los cannabinoides como el CBD puedan mantener la inflamación a raya cuando uno está saludable, pero aumentar la inflamación cuando uno se enferma.

Pero Lee reitera que simplemente no hay suficiente evidencia sobre el cannabis y el COVID-19 para sacar conclusiones. “Creo que hay suficiente evidencia, dado lo que sabemos sobre CBD, cannabis y THC, para sugerir que los científicos médicos deberían explorar esto [CBD] como tratamiento para la tormenta de citocinas. En cuanto a saber si eso funcionaría, es pura especulación”, agregó.

Al igual que Kyle Turley, aquellos que han experimentado los efectos beneficiosos del CBD en carne propia suelen evangelizar sobre el compuesto. Sin embargo, la forma en que el CBD funciona en asociación con el sistema inmune carece de investigación clínica sustantiva. Esto lleva a las personas a confiar en gran medida en la evidencia anecdótica. Los investigadores saben aún menos acerca del COVID-19; lo que sí saben es que las tormentas de citoquinas probablemente contribuyen a la letalidad de COVID.

Afirmaciones como las de Turley, además de ser peligrosamente engañosas, dejan mal parada a la industria del CBD en general, especialmente para las empresas que intentan administrar negocios legítimos en un mercado mayormente no regulado.

Degelis “Dege” Tufts y Kymberly “KymB” Byrnes son las cofundadoras de la empresa de lifestyle, CBD y cannabis con sede en Nueva York TribeTokes. Desde que estalló el COVID, las señoritas de TribeTokes dicen que han notado un aumento en las ventas pero no porque hayan estado vendiendo una cura. “En la era de legalización, luchamos tanto para obtener legitimidad en torno al uso [del CBD], y tanto contra el estigma contra la planta, que hacer alegaciones[sobre el CBD] puede deshacer la legitimidad”, dice Tufts.“No estamos aquí para aprovecharnos de un consumidor vulnerable en este momento”.

El equipo de TribeTokes es muy consciente de lo que pueden y no pueden decir sobre el CBD en sus etiquetas, sitio web y redes sociales. “Hay pautas bastante claras para las marcas de CBD sobre lo que pueden y no pueden hacer”, explicó Tufts. “Se supone que no debemos hacer alegaciones sobre enfermedades específicas. No puedes ni acercarte a eso, porque los estudios no existen. Realmente es una señal de alarma si las marcas están citando enfermedades específicas, y el coronavirus estaría bajo ese paraguas”.

Byrnes señala que siempre ha habido evangelistas haciendo afirmaciones curativas sobre sustancias, y el CBD no es la excepción. “Pero lo más importante para las empresas es tener integridad. Nuestra responsabilidad en este momento como líderes en CBD es educar y elevar. No tenemos suficientes estudios sobre coronavirus y cannabis para entender cómo estarían relacionados”, agregó.

Muchos  consumidores  han estado  reconsiderando  su consumo de cannabis durante la pandemia, especialmente aquellos que fuman o vaporizan. Brynes y Tufts han notado un aumento en las ventas, especialmente por parte de los consumidores que buscan calmar los sentimientos de ansiedad durante un momento de creciente incertidumbre. Mientras tanto, Lee se pregunta si es seguro usar CBD, incluso para consumidores que no tienen síntomas y pueden ser asintomáticos, considerando que no tenemos una comprensión completa de cómo el compuesto puede influir en el sistema inmune. “¿Tomar cannabis ayudaría [con Covid]? ¿Sería una buena idea consumir CBD? ¿Tal vez no? No tenemos ninguna certeza de cualquier manera”.

También denominada alta presión, la sangre que bombea al corazón viaja a través del cuerpo con cierta intensidad o presión, de manera tal que al ejercer mucha presión en los vasos sanguíneos provoca la hipertensión, la cual puede provocar ataques cardiacos, accidentes cardivasculares, insuficiencia renal, arteroesclerosis, etc.

La provoca una dieta con mucha sal y poco ejercicio, alto consumo de alcohol o indisciplina alimenticia, mucha grasa, el estrés, los antecedentes familiares, el sobrepeso, el sedentarismo, etc. Normalmente se trata con cambios en el régimen alimenticio y ejercicio, se ayuda de fármacos en caso necesario. .

La Universidad de Nottingham, confirma en sus investigaciones la acción benéfica del CBD, al ayudar a relajar la frecuencia cardiaca y estabilizarlos en niveles saludables. El CBD es un vasodilatador, ayudando a que se tenga un mejor flujo sanguíneo, y mejor oxigenación. Además de los múltiples efectos terapéuticos, al disminuir la ansiedad y depresión, al ayudar al un mejor metabolismo, a ayudar en el control de la glucosa, etc. .

Aún falta mucho por investigar. El CBD nos proporciona una mejor calidad de vida. Su médico debe saber que va a tomar CBD. .

Y recuerda que Cbd es salud.

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Esta función del cbd es poco conocida, sabemos de los grandes beneficios del CBD en nuestro organismo, pero siempre contemplamos al THC como solo la parte psicotrópica de la cannabis. Sin embargo el CBD es utilizado para controlar , disminuir y eliminar los efectos psicotrópicos de el THC en la marihuana, incluso de los opioides.

El CBD altera las vías nerviosas en el cerebro de un adicto, para reducir los antojos adictivos y los síntomas de abstinencia, por lo que no anhelan el efecto psictrópico y tienen menor riesgo de una recaída.

También el CBD les reduce la ansiedad.

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